miércoles, 8 de julio de 2020

El comienzo de un relato


Imagen: Tumisu


Consideremos algunas preguntas para pensar. ¿Todo relato empieza por el principio? ¿Cuál es el principio de un relato, el punto por donde realmente ocurren los hechos relevantes del mismo? ¿Es siempre el mismo punto en que lo comienza el autor?
Tomemos el caso del filme "Memento", lo particular que tiene es que comienza por el final y vamos retrocediendo y descubriendo lo que pasó. Todo al revés de un relato típico.
En "El perfume", en cambio, el comienzo es el nacimiento del protagonista. Aún siendo extremos opuestos, estos comienzos tienen detalles en común: atrapar la atención del lector y colocarnos fuera de la zona de comodidad, en circunstancias nuevas y llamativas. También es posible comenzar por un momento en medio de la trama, y luego contar cómo fue que los personajes llegaron a esa situación.

El comienzo es el punto de partida en que definimos qué tipo de historia contamos y cómo es el protagonista, más allá de que luego cambie. Si un viaje de mil millas comienza con el primer paso, como dice un proverbio, el primero nos marca ni más ni menos que una dirección.

La elección es importante y nada caprichosa. Estamos en una época en que mucha gente lee solo pantallas, e incluso quienes suelen leer libros, no pueden por ahora ir a una librería o una biblioteca pública. Si antes de todo esto ya era importante captar la atención del lector, ahora lo es más que nunca.  Hay historias en que el protagonista comienza con una vida normal y así continúa hasta el momento en que le ocurre algo o conoce a alguien que origina el conflicto, la búsqueda, el desafío, lo que sea que mueve el relato. El problema con eso es que el lector no nos acompañe hasta ese punto. He visto tramas en que parece que un escritor con poca práctica imitara la manera de contar de una serie de televisión, incluso en los diálogos. En las páginas, debemos estimular la imaginación, dar suficiente información-no demasiada-para que se pueda visualizar una situación, recrear una actitud, una voz, una intención. Leer a autores muy destacados es fundamental en el constante aprendizaje sobre cómo escribir. De ser posible, variedad de autores, de géneros literarios y de épocas. Después de una primera lectura pasa disfrutar de nuestro tiempo libre, leamos de nuevo con atención para aprender cómo nos cuentan, cómo comienzan, por ejemplo, entre muchos otros detalles. Considero que es un interesante tema sobre el cual meditar.