domingo, 1 de abril de 2012

Crítica: Compramos un zoológico ( We bought a zoo)




Tras la muerte de su esposa, un hombre busca una nueva casa donde vivir con sus dos hijos. Después de ver muchas propiedades, acaba gustándole la que parece un tranquila y bella casa de campo. Sin embargo, esa propiedad en particular no resulta ser sólo una vivienda, sino lo que queda de un zoológico abandonado.  Al principio rechaza la extraña idea de comprar ese lugar y hacerse cargo del mismo, pero contra todo consejo, cambia de opinión y decide intentarlo. Desde ese momento debe ocuparse  de tratar con el pequeño equipo de especialistas que quedó en  zoológico, con los proveedores, los inspectores, sus familiares, y hasta con los propios animales.
En un papel muy alejado de aquel agente secreto de  "La supremacia de Bourne", Matt Damon prueba su versatilidad en el papel de un viudo iresistible para las mujeres pero que pone en primer lugar a su familia. Un hombre presentado desde el principio como un aventurero, y que encuentra allí su mayor desafío.  La película tiene un buen equilibrio entre las escenas cómicas y los momentos con relaciones conflictivas, decisiones duras y problemas económicos. Como suele ocurrir, los niños pequeños y los animales aportan su cuota de ternura, junto con un par de romances. Es un entretenido filme para ver en familia.


Calificación personal: * * * Buena.




 

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