sábado, 20 de abril de 2013

Sobre los villanos


Imagen: istolethetv

Desde que aprendí a leer acompañé a todo tipo de personajes en sus aventuras y desventuras. Di la vuelta al mundo varias veces, viajé al centro de la tierra, a la luna, a otros planetas, por debajo del mar y a través del tiempo. Conocí los sueños, las fortalezas, las debilidades y las luchas de muchos personajes frente a la determinación de los villanos que se les oponían y los ponían a prueba.
Si tenemos suerte nos encontraremos como lectores con un buen villano, uno que nos genere emociones encontradas, que podamos odiar pero también respetar, incluso admirar secretamente algunas de sus cualidades. Alguien que nos inquieta porque sabemos que en parte tiene razón, que sabe encontrar las debilidades de nuestro héroe, y que sólo el destino las circunstancias quisieron que fueran enemigos, y que fuera uno héroe, otro malvado. Después de ver los episodios I, II y III de Star Wars, se comprende mejor al personaje de Vader / Anakin. Es más relevante que el personaje de Yoda, entre otras cosas,por sus conflictos internos, sus tentaciones y sus cambios.¿Y qué hubiera sido Matrix si Neo no tuviera que enfrentar al agente Smith?
Algunos de ellos están escondidos. Sabremos de su presencia, de sus intenciones, pero sólo  a su debido tiempo conoceremos su identidad, como preguntándonos... ¿cómo no lo vi antes?  También podría ser un antagonista más difícil de identificar, algo tan poderoso y a la vez inmaterial como "el sistema", o el destino, por las características negativas del propio protagonista, pues muchas veces uno mismo puede ser su mejor amigo y su peor enemigo.
Se terminó esa época de "buenos vs. malos" de mis primeras lecturas.El protagonista puede ser alguien que no quisieras conocer personalmente, como Hannibal, y sus antagonistas tanto pueden incluir a detectives como a corruptos y perversos. Es tan extraña esta época que se hicieron mas de 8 filmes de "viernes13", aunque la mayoría sean repetidos hasta en el final. A esto le sumamos varias más de "Pesadilla", y por si fuera poco, a uno contra otro. 
No es nuevo que alguien etiquetado de "malvado" sea protagonista, es tan viejo como "Drácula" o "Frankenstein". ¿Quién es peor, el científico irresponsable o la criatura que no tiene ni nombre ni lugar en este mundo? Lo nuevo es que en el cine la cuestión llegue a extremos taquilleros pero no profundos, como en Alien vs. Predator.
Unos pocos elementos pueden combinarse en infinidad de historias: envidia, venganza, injusticia, enamoramiento, poder, placer, sentido. Entonces los personajes tendrán los atributos que no quisieramos ver en nosotros mismos, como los cyborgs de "Terminator", frios en su determinacion de cumplir una misión ante lo que consideran "una amenaza" o "un enemigo", como militares de una potencia.
Ya no sabemos quién va a ganar, no siempre son los buenos, pero si la trama que elegimos leer está bien pensada, disfrutaremos de seguir paso a paso un interesante conflicto y su desenlace.


martes, 16 de abril de 2013

El libro Como objeto material


Imagen: Guillermo Tomoyose

 Me gusta pasear por las principales librerías, como también por las ferias del libro. No soy el único. Me siento como en un museo de arte que exhibe obras con diferentes colores, formatos, tamaños, portadas, resúmenes del contenido, cantidad de páginas, presentaciones simples o lujosas. Además los libros tienen textura, peso, detalles inesperados que surgen al abrir una página al azar- imágenes o párrafos destacados-que aumentan el interés por un título en particular.
Los e-books son un fenómeno reciente que continúa creciendo de manera constante. Sin embargo, se sigue vendiendo libros en papel, incluyendo algunas ediciones caras. Es que ahí no sólo está en venta el trabajo de los escritores. Cada obra es un trabajo en equipo que compite con otros equipos en exposición en el mismo sitio: quienes dibujaron las portadas,  quienes redactaron en la contraportada un resumen de la obra y la trayectoria del autor, quienes decidieron la tipografía y los colores, la calidad de la edición y hasta la cantidad de páginas.
Hacemos como autores el mejor trabajo posible, pero luego, a menos que ya nos hayamos destacado, el libro como objeto material será juzgado por la portada, entre otros detalles. Es que muchas veces, quien compra un libro en papel no sólo desea la fición que contiene, sino también poseer su atractivo "contenedor". Podemos suponer en principio que con dos e-books esto ha cambiado, pero no, no tanto. Como he mencionado en otro artículo, en sitios como Amazon y otros similares se sigue juzgando un determinado libro por elementos como la portada, el resumen, o sus primeras líneas.  Por otro lado, lo que sí ha cambiado es que se vende contenidos, puesto que en el  artefacto lector o e-reader  sólo se gasta una vez.
Tenemos entonces una diferencia más entre el papel y el formato digital: Aquello que los clientes estén buscando. En el formato digital nos basta con ser buenos artistas; en el tradicional formato en papel, una persona, conscientemente o no, está comprando también un objeto atractivo, más atractivo que otros que se encontraban a su lado.