A pocos años en nuestro futuro, las luchas de box, de artes marciales y de toda otra clase han sido reemplazadas por luchas entre robots. La propuesta permite que el público vea mucha violencia sin pérdidas humanas mientras el negocio de las apuestas continúa pasando por buenos momentos. En este contexto, un hombre todavía joven está a punto de perderlo todo, incluso a su hijo, cuando repentinamente el destino le presenta una última oportunidad. Esta posibilidad llega en la forma de un viejo robot al que encuentran de casualidad en un depósito de chatarra. El niño tiene muchas más fe que el padre en las posibilidades de esa máquina, a la cual logran reparar para integrarla al negocio de las luchas.
Esta no es estrictamente una historia de ciencia ficción, pues más importante que la sucesión de peleas por un campeonato es la reconstrucción de los lazos entre padre hijo. Si bien las escenas de acción son entretenidas, contienen al mismo tiempo la emoción de los protagonistas por lograr cosas juntos y volver a ser una familia. Con un toque de cuento de hadas, se nos insinúa a los espectadores que algo tiene algo especial, tal vez un alma. Es una historia entretenida con final feliz, que podrían dar juntos padres e hijos.
Calificación personal: * * * No profunda pero entretenida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios sobre el tema del artículo y en lenguaje educado. Cualquier forma de spam o publicidad sera borrada. / Only comments about this article in a correct language. Any kind of spam or advertising will be erased.