Se suele pensar que saber escribir es simplemente saber poner
por escrito lo que uno también puede expresar al hablar. Una habilidad
fundamental aprendida en la escuela primaria. Sin embargo, ese es apenas el
inicio de tal habilidad. Saber en verdad escribir consistirá desde ese momento
en continuar mejorando en lo posible la eficacia con que se utiliza el lenguaje
para lograr variados fines. ¿Para qué
usamos el lenguaje cada día? No hace falta que te dediques a escribir ficción,
poesía, publicidad o guiones de Tv y cine. Sin ser profesional de la escritura
o artista, lo usarás de todas maneras para hacerte entender, ser lo más claro
posible, explicar, convencer, resumir, emocionar, contar, enseñar, vender, entretener,
proponer, rechazar, incluso defenderte.
Visto de esa manera, es una herramienta muy importante como
para no ocuparse de mejorarla. Si una persona puede correr más rápido que tú, o
juega mejor al ajedrez, no suele tener mucha importancia; pero si usa mejor el
lenguaje, en un mundo tan competitivo, en la jungla de cemento y fibra óptica en
la que vivimos, esa no es una cuestión de menor importancia. Usar mejor el lenguaje significa que un
político gane tu simpatía más que otro, aunque no sea necesariamente más
honesto. También puede significar que te des cuenta de que eso es lo que
ocurre. Implica además que sepas expresar tus sentimientos a la persona que te
gusta, sobre todo cuando lo haces por primera vez. Es importante para conseguir
un empleo y para desempeñarse bien en el mismo; para saber escuchar, al
verificar que comprendimos lo que otra persona quiere comunicarnos, o ayudarle
a resumir y aclarar sus ideas.
Curiosamente, no se suele enseñar a desarrollar esta
habilidad en la escuela, y muchos de los cursos sobre escritura están orientados
a la narrativa, es decir, a aprender cómo escribir ficción. Está bien que se
enseñe algo de gramática, de literatura, y se haga alguna redacción, pero no es
suficiente. Una cosa es enseñar un contenido que se memoriza y se olvida; otra
muy diferente es ayudar a desarrollar una competencia lingüística. ¿Recuerdan
la famosa navaja suiza de MacGyver? El lenguaje puede ser una herramienta mucho
más versátil. Las aplicaciones posibles solo dependen de cada uno.
En cuanto al aprendizaje de técnicas de narrativa, muchos
comprenderán que no solo me guste escribir, sino que necesito hacerlo. No es
para todos, pero para quienes tenemos esa vocación, es muy importante. Incluso
una obra de ciencia ficción, terror o fantasía puede ser el medio para tratar
temas cotidianos, como los valores, la
muerte, el amor, el sentido de la vida. Se puede entretener y a la vez enseñar,
informar, hacer pensar, originar un debate.
Si escribes, no dejes de hacerlo. Si no escribes, lee. Es
una de las formas de mejorar tu lenguaje si no tienes cursos específicos a tu
disposición. Lee diferentes autores, obras géneros. Lee entre líneas, compara,
comparte opiniones. En esta época existe mayor variedad y cantidad de propuestas
de lectura que nunca antes en la historia humana. Aprovecha semejante hecho
positivo de nuestro siglo XXI.