lunes, 27 de octubre de 2014

Sobre ciencias exactas y literatura



 Foto: xhaju

He discutido alguna vez en un café acerca de las diferencias entre ciencias exactas y literatura.
- No me dirá usted que las matemáticas, o la física, no ofrecen respuestas concretas y precisas, y de hecho una única respuesta.Dos mas dos es solo cuatro.
- Pues si, lo se. Esas respuestas son necesarias para construir estructuras y maquinarias en el mundo físico, pero el mundo humano es más complejo, tan subjetivo que cada persona es un mundo.
- Por eso encuentro tan complicado que en literatura haya más de una respuesta posible, o más interpretaciones que vendrán. Tantas lecturas sobre una misma obra.
No es complicada la literatura, lo somos los humanos. Por medio de los relatos buscamos y encontramos sentido, nos hacemos preguntas y proponemos respuestas.
No traté de convertir a nadie en "creyente" de la crítica literaria y sus múltiples posibilidades.Sin embargo, me imaginé un mundo donde los humanos nos guiáramos sólo por respuestas concretas y exactas a partir de programas y cálculos. Me presentan a alguien, y mis primeras impresiones me sugieren un 78% de probabilidad de que no me caerá nada bien, entonces determino cómo terminar la conversacion de manera educada pero firme. La otra persona,  del sexo opuesto, percibe señales que indican un 65% de probablidad de que esté a punto de terminar la conversación y alejarme,  e inicia un cambio de actitud y de tema tendiente a sostener y renovar el interés. No es una posibilidad tan alejada del presente; esas matemátcas ha estado metiéndose en estimaciones de compatibilidad, aplicaciones  y una variedad de algoritmos utilizados desde el marketing hasta en la política.


Admito que también ha sido al revés, se escribieron interesantes relatos inspirados en temas de la ciencia. Por ejemplo, "El jardín de los senderos que se bifurcan", de Borges, o "La invención de Morel" y "La trama celeste" de Bioy Casares, auqnue no fueran temas frecuentes para ellos. No hace falta hablar de la ciencia ficción, tema que se puede desarrolar en libros enteros y de hecho, ya lo hizo Asimov en uno de sus libros. Por otro lado, la ficción ha sido muchas veces una buena manera de hablar acerca de conflictos reales, valores, temores, actitudes, sentimientos.En otras palabras, un relato puede a veces ayudar a comprender mejor la realidad, sea como ejemplo, como parodia o como hipótesis.  Si tomamos una historia tan fanstástica como "El señor de los anillos", encontraremos temas como la lealtad, el valor, el viaje que no es solo un recorrido fisico, sino que afecta a un personaje por sus experiencias. Más allá de cuáales sean los escenarios, lo importante es que además de entretener por su calidad una historia pueda dejar algo más, al menos invitar a reflexionar. En cuanto a la "discusión" anterior entre los números precisos y la ficción, quedamos en empate, acordamos que necesitamos de ambos en su adecuada medida.

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