Te gusta escribir, pero debes trabajar de otra cosa mientras escribes, al menos al principio. Debes reservarte un tiempo cada dia, eliminar los bloqueos, escribir los borradores, leerlos en voz alta, modificar detalles. Tienes que atrapar la antención del lector desde el principio, tener una historia que contar y encontrar la manera más hábil e interesante de contarla. Luego te sigues esforzando en mantener el interés del lector, crear correctos diálogos, hacer que cada capítulo sea un paso adelante en la trama, cuidar que cada punto y coma sea utilizado adecuadamente para no arruinar un momento clave.
Tratas de brindar una resolución que no sea predecible, que deje al lector emocionado, sorprendido, o al menos satisfecho.Revisas cada detalle una vez más antes de publicarlo. Entonces lo subes a una plataforma web donde será una gota en un océano, pues si esperas que una editorial lo publique en papel, puedes conseguirte un sarcófago para estar cómodo en la espera.Después encuentras que algunas de las críticas no serán de personas calificadas, sino algo como "me gusta", "no me gusta", "no lo terminé de leer", "lo leí dos veces", "es malo", "es bueno". Todo eso escrito por individuos a quienes solo le tomará un minuto opinar sobre lo que nos tomó varias horas por dia crear. ¿Quién quisiera eso? ¿Quién quiere ese escenario de insuficiente reconocimiento, perseverancia combinada con esperanza, incertidumbre, y anécdotas entre lo injusto y lo gracioso? Pues alguien que ame escribir, alguien que incluso necesite escribir. No es simplemente algo que te guste o que hayas elegido, es un destino que te ha elegido y que no quieres evitar. A pesar de los desafios que presenta y por esos desafios, porque una cometa ( un barrilete, un papalote ) no se eleva con el viento, sino contra el viento. Crear hace bien, hasta puede que sea terapéutico, y uno mismo es el primero en sentirlo. Asi que si también deseas escribir ficción, mucho ánimo y bienvenid@ al club.
