
Anne Rice es capaz de escribir en la primera línea "Soy el vampiro Lestat" y de conservar la verosimilitud necesaria al género terror al mismo tiempo que avanza hacia el climax del relato. "El ladrón de cuerpos" tal vez no sea tan conocida como otras novelas de la misma serie: "Entrevista con el vampiro", "Lestat, el vampiro" o "Armand el vampiro"; sin embargo,se destaca como siempre su capacidad de describir detalladamente y de manera verosímil el comportamiento, los sentimientos y las reacciones de un tipo de ser que nunca ha existido. Ha creado su propio modelo de vampiro, sin salir de los márgenes de lo que concoemos como el actual modelo, el de un ser inmortal, melancólico,seductor y a la vez fatal.
En esta ocasión, el vampiro Lestat es tentado por un humano con una capacidad fuera de lo común: puede intercambiar su cuerpo con el de otro, sea humano o no,cambiando de lugar sus espiritus,su esencia.Tan grande es el de deseo de Lestat de volver a experimentar sensaciones humanas como el temor de dejar a un desconocido como poseedor temporal de un cuerpo inmortal y sus poderes. Lo mejor de esta historia comienza cuando Lestat conoce mejor a este humano y sus intenciones, y recurre a su amigo David, de la sociedad secreta "Talamasca", esperando que no sea tarde para detenerlo. A quienes hayan leído y disfrutado de otros títulos de esta serie, les encantará también esta novela, atrapante desde su comienzo.